Cebolla
Uno de los ingredientes principales para elaborar cualquier variedad de paella es la cebolla; un producto asequible a la hora de comprar y disponible en cualquier tipo de establecimiento. Debido a sus múltiples beneficios es utilizada desde hace miles de años y se ha convertido en uno de los elementos indispensables de toda dieta sana y equilibrada. En el caso de la paella, se utiliza para cualquier tipología ya sea de carne, verduras, marisco, negra; se suele cortar en trozos muy finos y se sofríe a fuego fuerte en la paellera con aceite de oliva. Su sabor y aroma queda impregnado después por el arroz y por el caldo perdiendo el cierto picor que desprende cruda tras la cocción.
Propiedades de la cebolla
Una de las características de la cebolla es que es un ingrediente que se utiliza tanto en los alimentos más básicos cómo puede ser la comida rápida hasta en platos sofisticados de ‘alta cocina’. ¿Por qué? Ya no sólo por el sabor único que ofrece a las comidas sino por las numerosas propiedades que tiene la cebolla. Entre ellas destaca que no tiene nada de colesterol y cuenta con niveles muy bajos de sodio; con esto se consigue que cualquier plato acompañado de cebolla sea perfecto para una dieta al tratarse de un ingrediente muy ‘ligero’. Por otra parte, contiene 45 calorías por porción, una cantidad muy fácil de quemar.
Igual que otros ingredientes que se utilizan para la elaboración de la paella, como es el pimiento, tiene un alto contenido en vitamina C siendo beneficiosa para diferentes enfermedades. Entre ellas, se encuentra la prevención del cáncer ya que al contener el antioxidante quercitina, ayuda a evitarlo. Del mismo modo, también evita la coagulación de la sangre, activa el sistema digestivo al contener un alto nivel de fibra y contiene compuestos antiinflamatorios. Además, la cebolla ha sido comparada como con un antibiótico ya que ayuda a tratar resfriados, infecciones, dolores producidos por una inflamación, congestión nasal…
La cebolla en la cocina
Igual que es un ingrediente indispensable a la hora de hacer una paella, también lo es para cualquier plato en el que vayamos a sofreír unas verduras, carne o pescado. Con la cebolla se suele utilizar el término ‘pochar’ cuando le añadimos sal al estar en el fuego y adquiere un color más amarillento y pasando a ser algo más transparente. Si cuando está en la sartén le añadimos además azúcar, conseguiremos caramelizar cebolla obteniendo una mezcla de sabores de dulce y salado que no se puede obtener con ningún otro producto.
Pero aunque la mayoría de platos suelen incorporar la cebolla frita, cocida o al horno, también es uno de los pocos ingredientes que permiten ser consumidos crudos. En ensaladas, bocadillos, como acompañamientos, en salsas; el consumo de cebolla cruda es también muy habitual y una forma saludable de mantener una dieta equilibrada. A continuación, vamos a ver cuáles son las variedades principales de cebolla que se pueden adquirir hoy en día en el mercado:
- Amarilla. Es la más habitual de todas, tiene una forma redondeada y recubierta por una capa de color cobrizo. Debido a que su sabor es algo fuerte, e incluso el olor puede generar escozor en los ojos, se suele consumir sofrita o cocida; es la que se usa generalmente al hacer una paella.
- Cebollino. Es alargada, no forma bulbos y es muy usada en la cocina puesto que su sabor es mucho más suave que la cebolla ‘convencional’. Se utiliza mucho en sopas, pastas o ensaladas.
- Morada. Debido a su color violeta es muy fácil de distinguir de la normal. Es originaria de Italia, es también mucho más suave y además su sabor tiene un ligero dulzor muy agradable para consumir en diversos platos de la dieta Mediterránea como ensaladas.
- Chalota. Es pequeña, parece un bulbo de color rojizo o granate, su aroma es muy peculiar y tiene un sabor un tanto dulce; por eso, es muy usada para realizar platos con carnes o pescados o consumirla cruda en ensaladas.
